Gracias a todos los que, a pesar de mi silencio, habéis continuado dejando vuestros comentarios aquí!!!
Mientras, en mi cocina no he parado, tengo bastantes recetas en cola y he decidido empezar por la más reciente, ya que fue ayer cuando hice mermelada por primera vez. Es una receta que requiere esfuerzo mínimo, técnica mínima y se puede conservar durante meses si se envasa bien.
El resultado fue el siguiente:
Mr P, como buen francés que es, adora las mermeladas y ésta le ha encantado. Creo que tendré que hacer más antes de que se termine la temporada de los albaricoques, pues es su favorita.
Antes de pasar a la receta, just a little note en el envasado: es muy importante que los botes no estén solamente limpios, sino perfectamente secos. Si el bote está húmedo... malo.
Y ahora sí, ingredientes para 2 botes grandes (750 gr aprox):
- 500 gr de albaricoques
- 500 gr de azúcar
- 75 ml de agua
- 30 ml de zumo de limón
Parte la fruta por la mitad y retira el hueso. Cobina el agua, los albaricoques y el zumo de limón en una olla y llévala a ebullición.
Cuando hierva, reduce el fuego, tapa la olla y deja que se cocine durante 5-10 minutos o hasta que la fruta esté tierna.
Añade el azúcar y remueve con una cuchara de madera hasta que éste se haya disuelto. Entonces, sin poner la tapa y sin llegar a hervir, deja que se cueza durante 20 minutos más.
Para saber si la mermelada está bien hecha, pon un poco sobre un plato que hayas dejado en el congelador durante un buen rato. Al enfriarse comprobarás la textura.
Finalmente, cuando tengas la mermelada, repártela en los botes, tápalos bien y ponlos boca abajo para sellarlos.
Por cierto, esta mermelada iría genial con el Ballymaloe Bread que ha preparado esta semana Loreto, de Sabores de Colores.
PD: No canto victoria sobre mi PC, mientras escribía este post se me ha caído la letra H del teclado... Pobrecito, cumplirá 5 años en septiembre y está achacoso ya... Lo que no sabe es que le queda cuerda para rato!
