Pasta con Vino Tinto y Tomates Perla

Estoy más desaparecida de lo normal, lo sé. Esta vez he desconectado de forma deliberada del mundo blogueril para dedicar más tiempo al estudio, a mi casa y a mí misma.

También cocino menos, con la llegada de los primeros calores hemos acogido de buena gana las ensaladas, fáciles de preparar en pocos minutos en el trabajo, y para completar el cambio de alimentación que iniciamos hace unos meses, hemos dejado los azúcares añadidos y limitado los lácteos (el primer paso fue cambiar a cereales integrales - pan, pasta, arroz...).

Pero después de tanta ensalada junta, el cuerpo me pedía pasta a gritos y esta mañana me he levantado inspirada para preparar una pasta sabrosa y aprovechar unos fantásticos tomates perla que Pascual me había vuelto a enviar.

¿Lo mejor de la receta? La salsa, sin duda. Pocos ingredientes pero bien escogidos.


Huevos de Pascua de Chocolate

No voy a intentar negar que he terminado un poco hasta arriba de chocolate y de huevos de Pascua...

Trabajar el chocolate no es una de mis artes y sí un propósito de Año Nuevo en el que no he conseguido avanzar nada de nada. De hecho, estos huevos sólo han servido para confirmar que la repostería y yo estamos reñidas.

Si bien el resultado no ha sido tan desastroso, deberíais ver cómo ha quedado mi cocina y mi camiseta... Amén del rato que me he pasado...

Por cierto, el pastel de la Mona lo ha hecho mi padre, al que también le gusta meterse en la cocina, y estaba muy rico!!




Mejillones a la Marinera

No es que sea una gran fan de los mejillones, pero me apetecía un montón hacer este plato. Y no sé si será por el nombre o qué, me evoca días de sol y playa... Por eso este fin de semana veraniego en Barcelona tuvo como estrella esta receta, para consolarme de no haber podido pasarlo en Dublín como estaba previsto.

La versatilidad de este plato nos permite servirlo como entrante o como primer plato y es taaaaan fácil de hacer con antelación y dejar preparado...

El único inconveniente de esta receta es limpiar los mejillones pero con algo de paciencia, un buen estropajo de aluminio y una música que os entretenga es pan comío.

Otra cosa a tener en cuenta es la conservación de los mejillones. Si los compráis para hacer de un día para otro, lo mejor es que al llegar a casa los limpiéis y luego los pongáis dentro de un paño de cocina limpio y húmedo, que cuando lo atéis hará la función de una malla y no permitirá que se abran mucho. Conservadlos en la nevera y no más de 2 días.

Nosotros los hemos comido al estilo belga, con patatas fritas.


Vasitos de Trufa Rápidos (2 ingredientes)

Como agua para chocolate o Un milagro en equilibrio son los dos títulos que involuntariamente me venían a la cabeza para esta entrada. Finalmente he decidido seguir la línea habitual del blog, que es la tan original y sorprendente de poner el nombre de la receta.

Enseguida os voy a desvelar el segundo ingrediente de este postre, porque el primero ya se entiende que es el chocolate, pero os aseguro que si no os lo dijera y pudiérais probarlo, nunca lo adivinaríais.

Al empezar el post os he dado una pista... vale, no vamos a jugar a las adivinanzas aquí. Esta fabulosa trufa lleva chocolate y agua. Sí, agua, del grifo, de botella... Agua. Increíble, ¿no? Al menos todavía lo es para mí, pues algo que toda la vida se ha dicho era que no se debía mezclar el agua con el chocolate...

Pero además de estar super rico, es el postre perfecto para cuando hay poco tiempo, para cuando hay invitados sorpresa o simplemente para cuando queremos un capricho exprés.

Chocolate en estado puro y cremosidad infinita...


Carpaccio de Remolacha con Feta y Gracias

Aquí estoy de nuevo. Hacía poco más de una semana que no actualizaba y se me ha hecho eteeeeerno... Físicamente necesitaba un descanso de tanto ordenador pero en mi cabeza no he podido desconectar y de darle vueltas a todo...
Lo cierto es que este año ha llegado lleno de novedades y agradables sorpresas, múltiples propuestas y muchísimo apoyo, así que GRACIAS.

Antes de la receta, quiero hacer un breve repaso de las últimas novedades, la mitad de las cuales todavía no me creo...

A principios de año me propusieron publicar un libro con las recetas de Cocina para Emancipados y éste salió al mercado a mediados de Febrero (por cierto, momento #autopromo, recordad que ahora se acerca el Día del Libro / St. Jordi...).

A finales de Febrero se lanzó el Concurso Gastroblogs organizado por Cocina.es. Gracias a vuestros votos conseguimos quedar entre los 15 finalistas y hace dos días se publicaron los ganadores: ¡Cocina para Emancipados está en Tercer lugar! Desde aquí felicito también a Rosa, a Roger, a Susana y a Ivana y al resto de finalistas. El jurado no lo tuvo nada fácil, yo había hecho mis propias cábalas y sigo pensando que tanto Paco como Cristina merecían estar entre los ganadores (yo no imaginaba estar ahí!).

En tema de números... Evidentemente el número de visitas se ha triplicado, ya somos más de 3500 seguidores en Facebook y más de 550 en el blog...

Por último, una propuesta muy especial y que me hace especial ilusión: A partir de ahora, colaboraré con la sección Gourmet's de ElPeriodico.com. Ya podéis ver algunas de mis recetas por allí.

Así que por todo esto, GRACIAS de nuevo. Desde aquí también quiero agradecérselo a mi familia, que no veáis el bombo y platillo que le están dando al libro y lo mucho que me ayudan ;)

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Ahora sí, inciso emocial finito, paso a hablaros de la receta. Ya os comenté anteriormente que hasta este año siempre había odiado la remolacha. Odiar en el sentido de no soportarla, ni mirar con buenos ojos a quien la comía.

Aaaay... qué ignorante... Cuando probé una buena remolacha, flipé. Me obligué porque estaba en una clase de cocina y siempre aprovecho estas clases para (re)descubrir sabores. Cuando cogí un trocito, muy cautelosa, esperando encontrarme con un sabor desagradable, la sorpresa no pudo ser mayor. ¡Pero si eso estaba bueno y todo! Sí, sí, desde entonces, esta es mi segunda receta con remolacha, que sé que no causa mucha sensación y no suele levantar pasiones, pero confío en que alguien me haga caso y se lance a probarla...

En esta ocasión, os traigo un delicado pero intenso carpaccio. Las remolachas que he utilizado para la ocasión son cortesía de la empresa Pascual, la cual me invitó (junto a otros bloggers de categoría estratosférica) a visitar sus instalaciones en Murcia. No me voy a enrollar porque esto ya os lo conté, pero después de la visita nos enviaron una muestra de sus productos para que los probáramos. No nos pidieron escribir sobre ello, pero no puedo dejar esta receta en el olvido, así que allá va... ¡Dejaos sorprender!