Este es el resultado de levantarse por la mañana y encontrar medio kilo de higos en la cocina. Me gustan pero sin entusiasmarme y por eso nunca los compro, pero tampoco me ha costado nada improvisar esta receta.

A mí, que tampoco me gusta el yogur por la textura y olor, me ha encantado. La mousse sabe a vainilla, es dulce pero mantiene un punto de acidez. Además, si se mezcla con la compota de higos del fondo… ¡ya es irresistible!

Si no te gustan los higos, o no tienes, o más adelante cuando no sea la temporada, también puedes hacer la mousse, sólo tienes que cambiar de fruta o tomarla sola.

Ingredientes para la compota – 6 vasitos:
– 6 higos
– 4 cucharadas de azúcar o 1 de sirope de agave
– 100 ml de agua
– 1 cucharadita de zumo de limón

Ingredientes para la mousse – 6 vasitos:
– 300 ml de nata líquida
– 100 gr de azúcar (ó 40 de sirope de agave)
– 4 hojas de gelatina
– 4 yogures griegos
– 1 cucharadita de extracto de vainilla

Preparación de la compota:

Lava bien los higos y córtalos a octavos, o más pequeños si prefieres. Ponlos en un cazo junto al azúcar, el zumo de limón y el agua, a fuego bajo.

Deja que se cueza durante 30 minutos a fuego bajo, removiendo de vez en cuando.

Retira del fuego y deja enfriar completamente.

Preparación de la mousse:

Pon las hojas de gelatina en un bol pequeño con agua fría, para que se hidraten (al menos deja 10 minutos en remojo).

En un bol, bate 200 ml de nata, hasta que esté semi-montada. Ten en cuenta que a más firme esté la nata, más «dura» quedará la mousse.

Mezcla los yogures con la nata semi-montada y el extracto de vainilla y reserva en la nevera.

Pon a calentar los 100 ml de nata restantes en un cazo y cuando esté caliente, retira del fuego y añade las hojas de gelatina escurridas. Mezcla para que la gelatina se disuelva y deja enfriar 5-10 minutos.

Recupera la mezcla de yogur y nata de la nevera e incorpórale la nata con gelatina. Mezcla bien.

Montaje de los vasitos:

Pon 3 cucharadas de compota -totalmente enfriada- al fondo de cada vasito.

Reparte la mousse por encima de la compota hasta arriba. Reserva en la nevera al menos 4 horas, hasta que la mousse haya cogido textura.

Para servir, decora con higos frescos y miel (o sirope de arce o agave).