Todo un clásico. Tan fáciles de hacer que podríamos tener siempre una cajita de lenguas de gato en casa, por si caen visitas inesperadas o caprichos para los de casa.
Ingredientes para 15-20 galletas:
– 60 gr de harina
– 50 gr de mantequilla pomada (de textura untusosa y blanda, pero sin estar líquida ni fundida. Para ello, déjala fuera de la nevera entre 30 y 60 minutos)
– 50 gr de azúcar glas
– 1 clara de huevo
Precalienta el horno a 180ºC.
Bate el azúcar con la mantequilla hasta obtener una pasta cremosa.
Monta la clara a punto de nieve e incorpórala a la mezcla anterior con movimientos envolventes y suaves. Añade la harina y sigue removiendo con cuidado, hasta que se haya integrado bien.
Recubre una bandeja de horno con papel sulfurizado y forma sobre ella pequeñas tiras de masa, bien espaciadas unas de otras (la masa se expande en el horno).
Hornea durante 6 minutos a 180ºC y luego pásalas a una rejilla para que se enfríen bien (cuidado cuando las muevas, ya que estarán blanditas y si no lo haces con despacio se pueden romper).
Cuando estén frías, guárdalas en un recipiente hermético para que no se reblandezcan.
